miércoles, 30 de enero de 2013

¿Que nos compren de fuera es exportar?

Unos dirán que sí. Por lo menos, las estadísticas de las Aduanas así lo muestran. Otros, como nosotros, defenderemos que no, que no es lo mismo vender que "que te compren"...

Vayamos al grano. Estamos viendo en los últimos tiempos como, desde fuera de nuestro país, sólo se habla de España acerca de la crisis, la situación económica, las revueltas sociales, los casos de corrupción...

A la par, nuestras ventas fuera de nuestro país se mantienen e incluso aumentan. Menos mal, porque gracias a ellas la balanza de pagos no se ha desplomado en estos últimos años.

Y es que, tal y como dice el Financial Times, nos estamos conviertiendo en la "China de Europa": reducimos salarios, aumentamos las horas de trabajo, minimizamos los márgenes de beneficio en pro de sostener mercados, y conseguimos así mantener a nuestros clientes e incluso hacer algunos nuevos.


Por ello, cada día hay más empresas que, ya sea por su producto, por el posicionamiento on-line de su web, o por su asistencia a ferias, consiguen nuevos posibles clientes que les piden precios, muestras e, incluso, presupuestos para cerrar pedidos.

Y estas empresas se encuentran en un dilema: ¿cómo vendo fuera si no tengo una infraestructura (personal, logística, cobros-pagos internacionales...) adecuada para ello?, ¿deshecho la posibilidad de hacer una operación a corto y apuesto por una estrategia de internacionalización, en ese mercado, a medio-largo plazo?

Dos son las opciones (o muchas más), las que se deben contestar al respecto. Pero sin una estrategia, de nada sirve "huir hacia delante": para eso, ya tenemos el mercado nacional, donde luchamos día a día pero, por lo menos, sabemos sobre qué pisamos.

Así entroncamos con el título de este post: comprar vs. exportar. Si vendemos (o mejor dicho, nos compran), seguiremos en el círculo vicioso de estar sentados frente a nuestro ordenador o teléfono, esperando a que venga alguien de fuera y nos "salve" la empresa, el stock que tenemos en nuestros almacenes, o el pago del alquiler de nuestra nave. Si exportamos, desarrollaremos una estrategia, delimitaremos un presupuesto y buscaremos distribuidores / agentes comerciales / consultorías externas, que gestionen el proceso y nosotros sólo lo supervisaremos.

Esta disyuntiva la tuvo también China, hace una década aproximadamente: ser el almacén del mundo, y esperar a que les compraran, o salir fuera. ¿La contestación?. Ver como empresas chinas tan importantes como Huawei, UNIPEC o ZTE empezaron por controlar sus componentes, abordaron su mercado nacional, y dieron el salto hacia su internacionalización.

Ahora, le toca a las empresas españolas: ¿quieren que les compren o exportar?...

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